Charo Castelló
Estimado Michael, estimado padrecito,
En nombre de los movimientos populares, queremos agradecerte profundamente el testimonio y acompañamiento que durante estos años has realizado a los movimientos, a las personas y el trabajo. Con estos cuencos sencillos, hechos a mano, de barro, queremos simbolizar los más preciado y digno que podemos hacer las personas para vivir en plenitud nuestro camino de humanización como seres humanos, compartir el pan, compartir la vida, el trabajo, el dolor cuando están vacíos y la esperanza cuando están llenos, la fe, la solidaridad, la fraternidad….
Ha sido un gran regalo para las personas que hemos tenido la suerte de conocerte y de compartir este sendero. Sabemos de tu trabajo en la Sección de Migrantes y Refugiados en el Dicasterio de Desarrollo Humano Integral y del gran empeño por proclamar la necesidad permanente que tenemos en nuestras sociedades de la acogida, protección, de la promoción y la integración a los que
acaban de llegar.
También por tu empeño en cuidar nuestra madre tierra, la casa común, y en este sínodo histórico que el papa nos ha regalado, de tu empeño por aportar testimoniar que otra vida es posible, que las personas somos capaces de cuidarnos, y cuidar la casa común.
Y como no, esta nueva etapa, en el camino de tu ministerio, al que has sido llamado como un paso más si cabe, para seguir proclamando que la muerte no tiene la última palabra que el mensaje de Jesús y la propuesta de vida que nos hace sigue teniendo plena vigencia por más que algunos se empeñen en que no sea así.
GRACIAS EN MAYÚSCULAS, SERA UNA GRAN SUERTE PODER SEGUIR CAMINANDO JUNTOS, TIENES TODO NUESTRO APOYO EN EL TRABAJO, Y ESTAMOS DISPUESTOS A DEJAR UN CACHITO DE NUESTRA VIDA PORQUE Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo.
Gracias, y hasta mañana en el Altar.