Santa Cruz de la Sierra, 10 julio 2015
En la tarde del pasado 9 julio los Movimientos Populares reunidos en Santa Cruz de la Sierra aprobaron el documento final – llamado Carta de Santa Cruz – por aclamación. Tres días de trabajo juntos y 10 puntos que los 1500 participantes entregaron al Papa Francisco para superar un modelo social, político, económico y cultural donde el mercado y el dinero se han convertido en el eje regulador de las relaciones humanas en todos los niveles. Por eso los participantes al II Encuentro Mundial se comprometen a:
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Impulsar y profundizar el proceso de cambio
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Vivir bien en armonía con la Madre Tierra
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Defender el trabajo digno
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Mejorar nuestros barrios y construir viviendas dignas
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Defender la Tierra y la soberanía alimentaria
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Construir la paz y la cultura del encuentro
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Combatir la discriminación
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Promover la libertad de expresión
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Poner la ciencia y tecnología al servicio de los pueblos
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Rechazamos el consumismo y defendemos la solidaridad como proyecto de vida
vean aquí la carta de Santa Cruz integral
En la sala del Fexpocruz el presidente Evo Morales destacó como la lucha del movimiento social indígena se convirtió en lucha política para la afirmación de los derechos para todos. “De esta lucha – dijo el presidente – hemos refundado la Bolivia, pasando de un estado mendigo a un estado Plurinacional”. Morales subrayó también como no es necesario el dinero para hacer política sino la consciencia del pueblo. La nacionalización de los recursos naturales junto a la socialización de la economía han cambiado la Bolivia, afirmó el presidente. “Hemos llevado la propuesta que el agua sea un derecho humano para todos en la Asamblea de las Naciones Unidas” luego de una lucha y una rebelión contra la privatización “aquí no deciden los gringos, deciden los indios!” Morales se habló también de la situación griega y de la postura del Fondo Monetario Internacional, subrayando como la situación boliviana mejoró sin la injerencia de esta institución internacional en su país. “Tenemos que defender la dignidad y soberanía económica de nuestros países. La liberación política debe ser acompañada por una liberación económica”. Según el mandatario boliviano antes de cualquier ley deben estar las necesidades del pueblo que no pueden estar sumidos a las leyes y de la necesidad de reformar las Naciones Unidas. “Los Estados Unidos tratan de dividirnos para seguir su dominación. Yo estoy seguro que si nos unimos, los sindicatos, los partidos de izquierda, los socialistas, podemos vencer contra la derecha. El problema es que nos dividimos, tenemos ambiciones personales, solo juntos podemos vencer!” El presidente agradeció los participantes al Encuentro Mundial de los Movimientos Populares por el buen documento que redactaron y al Papa Francisco para su apoyo y concluyó: “por primera vez puedo decir que tengo un Papa, Papa Francisco!”.
“Necesitamos y queremos un cambio”
El momento mas esperado pero fue el discurso del Santo Padre que frente a mas de 1500 participantes llegados de todas partes del mundo, empezó repitiendo – así como hizo – en Roma que las tres T Tierra, Techo y Trabajo son derechos sagrados, que siempre vale la pena luchar por ellos y que si hay mucha gente que sigue luchando porqué no tiene acceso a las tres T deberíamos preguntarnos, o mejor reconocer, que las cosas no andan bien: “Entonces, digámoslo sin miedo: “necesitamos y queremos un cambio” dijo Papa Francisco. Dijo también de como las múltiples exclusiones e injusticias que sufren en cada actividad laboral, en cada barrio, en cada territorio no son cuestiones aisladas sino ligadas por un hilo invisible. “Me pregunto si somos capaces de reconocer que estas realidades destructoras responden a un sistema que se ha hecho global. ¿Reconocemos que este sistema ha impuesto la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza?” De allí el llamado al cambio: “Saben que escribí recientemente sobre los problemas del cambio climático. Pero, esta vez, quiero hablar de un cambio en el otro sentido. Un cambio positivo, un cambio que nos haga bien, un cambio –podríamos decir– redentor. Porque lo necesitamos”. Habló del cambio que muchos esperan, que los libere de esa tristeza individualista que esclaviza y de la ambición desenfrenada de dinero que gobierna. “Ese es el estiércol del diablo. El servicio para el bien común queda relegado”.
Sembradores de cambio y vivir bien
El Papa hizo una critica también a los medios de información cuando en uno de los pasajes de su discurso dijo que al ver la crónica negra de cada día, creemos que no hay nada que se puede hacer salvo cuidarse a uno mismo y al pequeño círculo de la familia y los afectos. Y uno se pregunta “¿Qué puedo hacer yo? Pueden hacer mucho!” afirmó el Papa, llamando los participantes al Encuentro sembradores de cambio. El cambio no como algo que llegará sino como proceso de cambio, una palabra que ha escuchado aquí en Bolivia y que al Papa gusta mucho. Proceso de cambio no para ocupar espacios de poder sino para generar cambios para Vivir bien, dignamente. Papa Francisco felicitó a los participantes porqué trabajando en lo cercano lo hacen con mas amplio respiro, buscando la raíz de los problemas: “Es imprescindible que, junto a la reivindicación de sus legítimos derechos, los Pueblos y sus organizaciones sociales construyan una alternativa humana a la globalización excluyente. […] Estoy convencido que la colaboración respetuosa con los movimientos populares puede potenciar estos esfuerzos y fortalecer los procesos de cambio”. Con mucha humildad el Papa afirmó que ni el ni la Iglesia tienen el monopolio de la interpretación de la realidad social ni la propuesta de soluciones a los problemas contemporáneos, ni una receta. Pero ha propuesto tres grandes tareas que requieren el decisivo aporte del conjunto de los movimientos populares:
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Poner la economía al servicio de los Pueblos
“Los seres humanos y la naturaleza no deben estar al servicio del dinero. Esta economía no es sólo deseable y necesaria sino también posible. No es una utopía ni una fantasía. Es una perspectiva extremadamente realista. Podemos lograrlo” dijo el Papa adjuntando que los recursos disponibles en el mundo son más que suficientes para el desarrollo integral de «todos los hombres y de todo el hombre» y que la distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral: “Se trata de devolverles a los pobres y a los pueblos lo que les pertenece. Y en este camino, los movimientos populares tienen un rol esencial, no sólo exigiendo y reclamando, sino fundamentalmente creando”. Francisco habló de los participantes como de poetas sociales: “creadores de trabajo, constructores de viviendas, productores de alimentos, sobre todo para los descartados por el mercado mundial. Las empresas recuperadas, las ferias francas y las cooperativas de cartoneros son ejemplos de esa economía popular que surge de la exclusión y, de a poquito, con esfuerzo y paciencia, adopta formas solidarias que la dignifican”.
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Unir nuestros Pueblos en el camino de la paz y la justicia
El Papa afirmó que ningún poder fáctico o constituido tiene derecho a privar a los países pobres del pleno ejercicio de su soberanía y, cuando lo hacen, vemos nuevas formas de colonialismo que afectan seriamente las posibilidades de paz y de justicia porque la paz se funda no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en los derechos de los pueblos particularmente el derecho a la independencia. Habló también de la importancia de la unidad entre los pueblos y de la Patria Grande, así como de la importancia de la soberanía de los países de todas las latitudes: “El nuevo colonialismo adopta diversa fachadas. A veces, es el poder anónimo del ídolo dinero: corporaciones, prestamistas, algunos tratados denominados de libres comercio y la imposición de medidas de austeridad que siempre ajustan el cinturón de los trabajadores y de los pobres”. El Papa se refirió también a la concentración monopólica de los medios de comunicación social que pretende imponer pautas alienantes de consumo y uniformidad cultural, para el esta es otra de las formas que adopta el nuevo colonialismo. Es el colonialismo ideológico: “Hay que reconocer que ninguno de los graves problemas de la humanidad se puede resolver sin interacción entre los Estados y los pueblos a nivel internacional […] Si realmente queremos un cambio positivo, tenemos que asumir humildemente nuestra interdependencia, es decir, nuestra sana interdependencia”. El Papa hizo un llamado al encuentro entre pueblos y culturas. Francisco en un momento muy conmovedor pidió perdón por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América.
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Defender la Madre Tierra.
“Los Pueblos y sus movimientos están llamados a clamar, a movilizarse, a exigir –pacífica pero tenazmente – la adopción urgente de medidas apropiadas. Yo les pido, en nombre de Dios, que defiendan a la Madre Tierra”. Sobre éste tema el pasado 18 de junio se publicó la Encíclica Laudato si’ que ha sido distribuida a todos los participantes al final del encuentro.
Las palabras a conclusión de la larga e inolvidable tarde de Santa Cruz fueron de estímulo para seguir la lucha de los Movimientos Populares: “el futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las élites. Está fundamentalmente en manos de los Pueblos; en su capacidad de organizar y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio”.
El Papa se despidió con las mismas palabras que pronunció en el Vaticano el año pasado que ya se convirtieron en un lema: “ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia, ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez”.