Santa Cruz de la Sierra, 08 julio 2015

El segundo día del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares abrió con el panel “De la exclusión a la organización popular de los trabajadores”.

José Raúl Vera López, Obispo de la Diócesis de Saltillo de México, planteó un caso concreto de cómo la buena voluntad, la perseverancia, pero sobre todo la unidad, permiten pasar de necesidades y demandas, a proyecciones, acciones y resultados concretos.

Tras la explosión de una mina en el 2006, donde murieron 65 mineros, los empresarios aseguraban que ellos no eran responsables, sino los propios mineros pues “sabrán ellos lo que estaban haciendo allá abajo”, decían los empresarios. “Los familiares no tenían ningún derecho, sólo los mineros y como estaban muertos, ya no podía reclamar nada. Aquí descubrimos el grado de exclusión en la que vivían los mineros”.

El Obispo narró el intenso trabajo realizado para aunar a las familias de las víctimas y plantear acciones que trajeran justicia ante los hechos, toda vez que de parte del Estado no se había hecho nada. Con una familia que no aceptó los sobornos de la empresa, comenzaron un proyecto que: “Hemos logrado cambiar la creencia que tenían los mineros de que como ellos les estaban moviendo las entrañas a la tierra, alguien tenía que morir de vez en cuando, esto ya ha cesado, estas familias han estudiado, se han informado, en el día de hoy, hay una nueva mentalidad, y es posible porque ahí tenemos una organización de personas que antes eran excluidas y ahora están en una actividad dinámica, y es de las familias, no sólo los trabajadores, y en eso hemos superado a los sindicatos que se concentraban sólo en los trabajadores pues las familias también tienen derechos”.